Entre la inquietud y la expectativa, doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales, integrante del Consejo de la Magistratura de la Nación, Miguel Piedecasas, considera que hay una situación problemática con las designaciones pero al mismo tiempo hay movimiento, por lo cual dice confiar en que se puedan resolver en tiempos “razonabes”. Piedecasas visitó Tucumán invitado por la Cámara Federal de Apelaciones, por la Facultad de Derecho y por la Caja de revisión y el Colegio de Abogados. “Escuchamos las inquietudes sobre las necesidades de la Justicia Federal en la jurisdicción de la Cámara. Se nos han hecho los planteos correspondientes respecto del estado de los concursos y también de las necesidades de infraestructura, especialmente en las referidas a lo que se necesita para la habilitación del Juzgado Federal N° III”, dijo.

-En Tucumán es preocupante la crisis tanto de cargos como de infraestructura…

- Creo que el Consejo, después de la pandemia y por otras situaciones importantes, ha retomado su ritmo habitual y creo que va a dar respuesta a distintos requerimientos. De hecho hace unos días se inauguró el Juzgado Federal de Villa Mercedes, en San Luis. El miércoles se trataron en la Comisión de Administración la situación de distintos inmuebles que se ha logrado regularizar. Tengo confianza y expectativa de que se pueda dar respuesta en tiempos razonables.

- La crisis ha alargado los tiempos y ha generado que se recurra a subrogantes. Aquí acaba de empezar con jueces subrogates, un juicio cuya instrucción tardó 14 años…

- No me han hecho comentarios sobre causas particulares, aunque sí el reclamo de que en parte corresponde al Consejo para hacer los concursos; pero también hay ternas, que están en el Poder Ejecutivo de la Nación. Respecto al Tribunal Oral Federal, que ahora con la última renuncia de uno de sus vocales ha quedado totalmente sin jueces, en ese caso tenemos dos cargos que están para designar por parte del PE nacional y uno para concursarse en el Consejo de la Magistratura que ya está integrado el jurado, así que eso está teniendo movimiento.

¿Esas ternas ya han sido enviadas al Ejecutivo?

-Sí.

-¿Cómo ve el tema de los jueces subrogantes?

- Es un problema delicado porque al tener sobre 21 cargos, siete están vacantes en la jurisdicción, incluyendo los de Catamarca. Ahí lo que hay que tener son aprobadas las listas de conjueces que también están demoradas en su tramitación en muchos casos. Vuelvo a decir, no es que corresponda el Consejo de la Magistratura, que eleva los listados, sino que después tiene que pasar por el PE y luego tener acuerdo del Senado. De manera tal que estamos en una situación muy parecida a la de los jueces que están por ser designados. Es un problema.

-El año pasado hubo planteos enérgicos respecto de las demoras y la crisis que se estaba generando…  

-  Sí, igualmente en este año ya el Consejo elevó 30 ternas. Si sigue a este ritmo va a tener un promedio importante de elevación de ternas.

-El año pasado había una evidente crisis política por parte del Poder Ejecutivo que incidió en la crisis de la Justicia. ¿Cómo está la situación hoy?

- Tengo la expectativa y también existe la necesidad en la Justicia Federal de que se envíen los pliegos. O sea hay una gran cantidad de pliegos en el PE nacional que deben ser enviados al Senado para su acuerdo es un reclamo de la comunidad jurídica, que necesita que se cubran los cargos vacantes. Estamos hoy en un 28% de la justicia nacional y federal vacante. Una parte es responsabilidad del Consejo; otra parte, del Poder Ejecutivo.

- ¿Cómo avizora la relación con poder político, con un nuevo ministro de Justicia que quiere acelerar los cambios?

- Mire lo de los primeros tiempos han sido de buenos resultados. ¿Por qué? Porque hay un hecho histórico: el sistema acusatorio en la jurisdicción de la Cámara Federal de Rosario, una de las jurisdicciones más importantes del interior del país; era un planteo que se había hecho hace muchos años. Funcionaba el sistema acusatorio de Salta y de Jujuy y no se pudo implementar en ninguna otra jurisdicción; haberlo implementado en Rosario es importantísimo. Y ahora está planificado que se implemente en la jurisdicción de Mendoza y en la de Neuquén. Si se van cumpliendo esas etapas se están dando pasos muy importantes para la transformación de la Justicia federal penal. Y el contacto que tenemos en el consejo de la Magistratura con el Poder Ejecutivo nacional es a través de su consejero; la relación es buena y estamos trabajando fundamentalmente para sacar los concursos adelante.

-Para que se extienda esto habrá que acomodar la infraestructura...

-Sí. Dos o tres cuestiones: la asignación de funciones, porque no se olvide que el sistema acusatorio tiene una estructura de jueces de garantía, revisión y ejecución que son diferentes a los que hoy existen. Es una materia solo penal. Acá, por ejemplo, los jueces federales son multifueros. Se necesita una infraestructura especial para la oralidad. Es un proceso oral acusatorio; el rol del ministerio público crece  fundamentalmente; pasa de un juez que investigaba a un ministerio público que investiga. O sea, los dos ministerios crecen, se robustecen, tanto el de la acusación como el de la defensa, y aparece el sistema judicial con el juez de garantía, que es un juez activo, que va controlando las garantías del proceso; un juez de revisión, que es interesante, y un juez de ejecución. Hoy esa tarea  de control de la ejecución la tienen los tribunales orales federales. Por supuesto que todo esto tiene que ir acompañado de inversiones, infraestructura y también de muchísima capacitación.

-Hoy se debate mucho sobre narcotráfico y sobre cómo actualizar la Justicia Federal ahora que las provincias se van ocupando del tema narcomenudeo...

-Creo que hay un lugar específico que nos mostrará el resultado de estos nuevos sistemas, que es la jurisdicción de Rosario. ¿Por qué? Porque a fin de año en Santa Fe se aprobó la ley de narcomenudeo y también el 6 de mayo se implementó el sistema acusatorio federal, con una ley que se llamó de fortalecimiento. Ese sistema nuevo está puesto en funcionamiento. Creo que el ejemplo de Salta y de Jujuy ha dado muy buenos resultados y espero que se puedan trasladar a jurisdicciones más extensas, con mayor densidad poblacional como es la de Rosario. Es una gran apuesta de la sociedad, de la Justicia, a estas dos figuras, el narcomenudeo bajo la justicia provincial y el sistema acusatorio en la justicia federal penal. En simultáneo. Esta es una de las grandes apuestas que ha hecho el sistema institucional argentino.